El pasado miércoles 18 de enero nuestra ciudad fue sede de un casamiento muy particular, a la usanza de los gauchos en el siglo 19. Raúl Peretti y Roxana López celebraron su amor con un tradicional casamiento gaucho.

Se conocieron en los viajes de colectivo que comandaba Raúl, como chofer de Tamse, en donde Roxana tenía la labor de limpieza. Ella confiesa haberse enamorado de los ojos del conductor y asegura que “le preguntó si se los regalaba” tomando la iniciativa, ya que cree firmemente que “para el amor no hay edad”; mientras que Raúl declara sentirse atrapado por la belleza de su mujer desde el primer momento en que la vio.

Conviven desde hace 5 años y suman 9 hijos entre los dos, pero dicen haber tomado esta decisión para afianzar su amor al tiempo que seguir con un ritual propio de su pueblo. “Se nos ocurrió para no perder las raíces, las tradiciones, las costumbres camperas que nunca están de más y siempre hay que tenerlas presentes” cuenta Raúl.sulky

Ambos asisten a la escuela, Raúl al primario para adultos Andrés Pajón, y Roxana al secundario, y según comentan los vecinos, ambos se apoyan constantemente por el crecimiento académico del otro.

Así, siempre a la par, ingresaron a la plaza de la Intendencia, ubicada justo frente a la municipalidad, en un pintoresco sulky amarillo con ornamentos dorados, decorando con su presencia y sus coloridos trajes típicos, una inmensa plaza verde peinada por un sol radiante que los acompañó en la mañana de la ceremonia.

Luego, en un acto presidido por la intendenta de la ciudad, Myrian Prunotto, se juraron amor para siempre. Los testigos fueron Eva y Jorge, grandes amigos de la pareja, quienes disfrutaron junto a ellos vestirse de Gauchos, siendo que es parte de su tradición y de la cotidianidad de Raúl, tal como lo describen: “un hombre de campo”.

Una tradicional fiesta campestre

Se dio inicio al jolgorio con una ronda de empanadas fritas y rancheras. Las polleras danzaron al ritmo de la chacarera y la pareja de ahora esposos sonrió orgullosa rodeada de sus seres queridos.

Entre tanto, los novios agradecieron a la intendenta y a sus funcionarios por la organización del evento. “No me esperaba esta sorpresa”, dijo Raúl emocionado viendo que la boda superaba sus expectativas. La intendenta se sintió honrada por ser parte: “fue una propuesta que nos trajeron los mismos vecinos que es gente que ha nacido y vivido en el campo mucho tiempo y quienes querían casarse de la manera tradicional y que tuviera que ver con lo gaucho, nosotros le dijimos que nos gustaría hacerlo porque es como una forma de volver a nuestras raíces”.

La pareja continúa danzando y se besa bajo una lluvia de arroz y flores blancas.