En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Estación Juárez Celman celebra el cierre de otro año de logros en el camino de la inclusión.
Desde la Municipalidad se viene trabajando constantemente por el desarrollo y la integración de las personas con necesidades especiales. Desde diferentes talleres se fomenta la estimulación y el desarrollo de actividades recreativas y artísticas, de acuerdo con la capacidad de cada uno.
En este espacio en donde jóvenes de 10 a 20 años se reúnen tres horas, tres veces a la semana, se realizan distintas actividades luego de compartir un desayuno. A través del taller Recrearte, de la Escuela de Deporte, se trabajan las capacidades motoras con propuestas lúdicas adaptadas a las distintas posibilidades de los jóvenes, lo que les permiten mejorar sus aptitudes físicas.
Además, a partir de este año se pusieron en práctica iniciativas relacionadas al desarrollo de las artes plásticas y visuales, en las que los chicos realizan manualidades y obras como las que fueron expuestas el pasado jueves en el cierre de año del área. “Es un orgullo ver los avances que han podido realizas este año, tanto desde lo material como desde lo interpersonal, relacionándose entre sí y con sus profesores”, dijo Thelma Galdeano, Subsecretaria de Salud.
Se realizaron también salidas y jornadas en donde estos chicos pudieron incorporar conocimientos de cultura general, como por ejemplo, la importancia que tiene nuestra Madre Tierra, en un taller específico que se realizó sobre el festejo de la Pachamama a comienzos de agosto. En las excursiones se busca también la integración con otros jóvenes, como los chicos de la escuela Pozo de Tigre, de Estación General Paz, con quienes se trabaja articulando visitas y actividades en común, y “en donde los chicos encuentran contención y pueden relacionarse entre sí”, contó Galdeano.
“Hay mucha articulación con la familia de los chicos, estamos en relación permanente con sus demandas, asesorándolos y acompañándolos”, explicó la encargada del área, y agregó que es también guiando y asistiendo a las familias que se logra una mejora en la calidad de vida de los jóvenes y la búsqueda de la inclusión en la comunidad, como también en la lucha por sus derechos.
En los talleres los jóvenes encuentran contención e integración, lo que resulta muy importante, especialmente para aquellos que no asisten a escuelas especiales, ya que éste se presenta entonces como su único espacio de independencia y recreación.